sábado, 9 de marzo de 2024

IV Domingo de Cuaresma B

Este cuarto domingo de Cuaresma nos invita a profundizar en el significado de la redención a través de la cruz, según el relato evangélico de Juan. La narración destaca la entrega incondicional de Dios hacia la humanidad mediante el sacrificio de su Hijo, como un puente hacia la vida eterna para aquellos que eligen creer en Él. Este acto supremo de amor no busca condenar, sino ofrecer salvación, un tema que resuena profundamente durante este tiempo de reflexión y transformación cuaresmal. En este contexto, la cruz se erige no solo como símbolo de sufrimiento, sino como faro de esperanza y fe inquebrantable, recordándonos la importancia de orientar nuestras vidas hacia la luz y la verdad que emana de Dios. Este mensaje nos desafía a mirar más allá de nuestras propias sombras, reconociendo que, a pesar de las tinieblas que a veces parecen prevalecer, la luz de Cristo sigue brillando, invitándonos a participar en la construcción de un mundo más justo y fraterno.

Reflexionar sobre este pasaje en el contexto actual nos lleva a confrontar las diversas "cruces" que la sociedad y cada uno de nosotros debemos cargar: los desafíos personales, las injusticias sociales, la indiferencia ante el sufrimiento ajeno. La llamada a acercarnos a la luz y actuar según Dios nos impulsa a superar la tentación de la indiferencia y el egoísmo, y nos motiva a vivir con una auténtica fe que se traduce en acciones concretas de amor y solidaridad. Al aproximarnos a la Semana Santa, este evangelio nos recuerda que la pasión y resurrección de Jesús son fundamentales para nuestra fe, ofreciéndonos una oportunidad para renovar nuestro compromiso con los valores del Evangelio. En este tiempo de Cuaresma, se nos invita a reflexionar sobre nuestra propia transformación espiritual y a buscar maneras de ser luz en la oscuridad, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, que nos enseña el camino hacia la verdadera liberación y la plenitud de la vida.

Santa Misa transmitida por Radio María

¡Atención!

Este martes 12 de marzo, os invitamos a uniros a nosotros, desde cualquier lugar, ya que nuestra Santa Misa de las 19:30 h será transmitida en vivo por Radio María.
Participa de esta Eucaristía desde cualquier rincón del mundo a través de las ondas.
 

 

Pasatiempos para el IV Domingo de Cuaresma B

 


Aquí las soluciones:



 

sábado, 2 de marzo de 2024

Tercer domingo de Cuaresma, B

Este tercer domingo de Cuaresma, nos enfrentamos nuevamente a la poderosa narrativa del evangelio de san Juan 2, 13-25, donde Jesús purifica el Templo, un acto que resuena profundamente en nuestro camino cuaresmal hacia la renovación y la conversión. La acción de Jesús de expulsar a los vendedores y cambistas del Templo no es simplemente una muestra de autoridad divina o de indignación moral; es una invitación a reflexionar sobre la pureza de nuestra fe y la sinceridad de nuestra adoración. Al igual que el Templo se había convertido en un lugar de transacciones comerciales, nuestras vidas, saturadas de distracciones y preocupaciones mundanas, pueden alejarnos del verdadero propósito de nuestra existencia: vivir en comunión con Dios y con los demás. Este pasaje nos desafía a examinar las "mesas" que necesitan ser volcadas en nuestros corazones para hacer espacio a una relación más auténtica y comprometida con lo divino.
La enseñanza de Jesús sobre la destrucción y reconstrucción del templo, aludiendo a su resurrección, amplía nuestra comprensión de la presencia de Dios no solo en lugares sagrados, sino también dentro de nosotros, transformando nuestro ser en un templo vivo del Espíritu Santo. Esta perspectiva nos empuja a llevar una vida que refleje la presencia de Dios en cada acción, palabra y pensamiento, trascendiendo los límites físicos de la adoración para encontrar a Dios en la cotidianidad de nuestra existencia. Nos recuerda que nuestra fe debe ser vivida activamente, buscando a Dios no solo en los templos de piedra, sino en el amor al prójimo, en la justicia, y en la misericordia, convirtiendo cada encuentro y cada espacio en un lugar de encuentro sagrado con lo divino. Así, este pasaje bíblico nos invita a reflexionar sobre cómo podemos ser verdaderos templos del Espíritu, llevando la luz de Cristo a cada rincón de nuestras vidas y del mundo.

Pasatiempos para el 3º Domingo de Cuaresma, ciclo B

 


He aquí las soluciones:



 

domingo, 25 de febrero de 2024

2º Domingo de Cuaresma, B

 

El pasaje del Evangelio de Marcos 9, 2-10, que relata la Transfiguración de Jesús en presencia de Pedro, Santiago y Juan, nos ofrece una profunda meditación sobre la revelación de la divinidad de Cristo y la importancia de la fe en la vida cristiana. Este episodio, situado en un momento crucial del ministerio de Jesús, no solo sirve como un anticipo de la gloria de la Resurrección, sino también como una enseñanza vital sobre la necesidad de escuchar y seguir las enseñanzas de Jesús. La voz del Padre que proclama a Jesús como su "Hijo amado" y nos insta a "escucharlo" resuena como un llamado a profundizar nuestra relación con Dios, reconociendo en Jesús no solo al maestro y profeta, sino al Mesías que se transfigura ante nuestros ojos para revelarnos la plenitud de su misión salvífica.

Este segundo domingo de Cuaresma, al contemplar la Transfiguración, somos invitados a ascender nuestra propia montaña, alejándonos del ruido y las distracciones del mundo para encontrarnos en soledad y silencio con Dios. Este tiempo litúrgico nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra propia fe y la manera en que respondemos al llamado divino en nuestras vidas, al igual que Abraham y los discípulos. Se nos pide que miremos más allá de nuestras comprensiones terrenales y confiemos en la promesa divina de salvación y vida eterna, alimentando nuestra fe con la Palabra de Dios y permitiendo que la luz de Cristo transfigurado ilumine nuestras vidas, guiándonos hacia una conversión genuina y una renovación espiritual que nos prepare para celebrar con plenitud el misterio pascual.

domingo, 18 de febrero de 2024

Misas e intenciones de la semana en Padrón

 


I Domingo de Cuaresma B

La Cuaresma de este año nos ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre nuestras vidas, sobre cómo estamos viviendo nuestra fe y cómo podemos acercarnos más a Cristo. En este desierto moderno, lleno de distracciones y desafíos, la llamada a la conversión y a la fe en el Evangelio es un faro que nos guía hacia una renovación  auténtica. Este tiempo se convierte en un camino hacia la Pascua, donde, al igual que Jesús superó las tentaciones en el desierto, nosotros también podemos superar nuestras pruebas y renovarnos en Cristo. Que este tiempo cuaresmal sea un periodo de introspección, oración y acción, donde cada gesto de amor y cada acto de fe nos acerque más al corazón de Dios y nos prepare para vivir el misterio pascual con una alegría y esperanza renovadas.